sábado, 1 de octubre de 2011

Justiniano: a la conquista de Occidente

Señor del Imperio Romano de Oriente, la ambición de Justiniano fue arrebatar a los bárbaros los terrenos que habían ocupado en occidente, para restaurar el imperio Romano en toda su gloria.

“Viéndote sobre el cerco de la luna/ triunfar de tanto bárbaro contrario, / ¿Quién no temiera, oh noble Belisario, / qué darías envidia a la propia fortuna?”

Así se preguntaba el poeta español Francisco de Quevedo acerca de Belisario, el gran general  que fue brazo ejecutor de las fulgurantes conquistas de Justiniano en los cuatro rincones del mundo: Italia, África, Hispania, Persia, el Danubio.  Tal vez  su vida y leyenda, su acenso y caída, sean el mejor ejemplo del cambiante mundo Bizantino, donde la rueda de la fortuna podía convertir a una saltimbanqui de Circo en Emperatriz y a un exitoso General en mendigo. Belisario, auténtico Alter ego de Justiniano, cayó en desgracia ante el emperador, quizás por sus posibles ambiciones políticas y, según una leyenda apócrifa, habría acabado sus días mendigando después de que le arrancaran los ojos, un castigo usual en la corte bizantina. Como este personaje casi legendario, la propia época de Justiniano fascina por los veloces cambios de los que fue testigo y que tantas veces llevaron de la gloría al fracaso y viceversa.

La consigna de la época era la “Restauratio Imperii” (la restauración imperial). Los bárbaros se habían apoderado de Roma. Deponiendo a su último emperador: Rómulo Augústulo en el 476, y campaban a sus anchas por todas las prósperas provincias del antiguo  imperio Romano de Occidente. Frente a ellos, Constantinopla (capital del Imperio Romano de Oriente), se erigía a comienzos del siglo VI como símbolo de todo el glorioso pasado del Imperio Romano y el futuro del cristianismo. En ese sentido Constantinopla poseía los medios (soldados, navíos, dinero….)  para emprender la reconquista de occidente perdida a manos de los bárbaros. Sólo faltaba una figura carismática que Aunara el interés político y el fervor religioso para dar inicio  a la gran  aventura de recuperar el imperio. Y ese fue Justiniano.

Nacido en el 482 en la aldea de Iliria de Tauresium  con el nombre de Flavio Pedro Sabacio Justiniano. Al asumir al poder asumió la sagrada misión de restablecer el gastado esplendor de Roma frente a los bárbaros, por un lado, y herejes  y paganos por el otro. Ascendió al trono en abril de 527 junto a su esposa Teodora, una mujer de fuerte personalidad y turbio pasado como actriz de circo, dotada con un gran instinto político. Para llevar a cabo sus planes de restauración imperial supo de rodearse de brillantes personajes, como los incansables generales Belisario y Narsés. El astuto perfecto del pretorio, Juan de Capadocia (actual Turquía); el poeta Pablo Silenciario y los historiadores Procopio y Agatías.


A la conquista de Occidente.
Expansión del imperio Bizantino bajo el reinado del
emperador Justiniano entre los años 527 hasta 565 d.C



  Antes de lanzar sus campañas de reconquistas en Occidente, Justiniano comenzó primero por afianzar y fortalecer su frontera oriental del Imperio, que era hostigada por los persas sasánidas. Para ello envió a su joven y enérgico general Belisario, para que luchara contra el rey Persa Cosroes I. la situación, tras algunos éxitos  y reveces, quedó en tablas y Justiniano acordó en 532una “paz eterna”  que le dejase las manos libres para emprender su programa político en occidente.



Al mando de Belisario, precisamente, una tropa de unos 20.000 hombres desembarcó en el África Vándala en el 533. Encabezada por su rey Genserico, los Vándalos se habían hecho con esta rica provincia de occidente que ahora Belisario arrebató en dos veloces victorias militares. La excusa para la invasión era doble: por un lado Gelimer (rey vándalo de la época) había depuesto al rey pro bizantino Hilderico; por otra los vándalos profesaban la Herejía Arriana y habían perseguido a los cristianos Ortodoxos.


Mosaico donde se ve al Emperador Justiniano (centro) y
el General Belisario (derecha de Justiniano).

Así se inicia la fulgurante campaña de Occidente a cargo de Belisario que había que conducir a la restauración   del imperio por parte de Justiniano. Fue la caída de Cartago (actual Túnez), el 15 de septiembre de 533, la que marcó la estrella ascendente de Belisario y que llevo al derrotado Rey Gelimer encadenado a Constantinopla celebrando su primer gran triunfo. Al punto y sin pausa, Belisario emprendió una cruenta campaña relámpago  contra la Italia Ostrogoda, entrando primero por la isla de Sicilia y finalmente tomando Italia de sur a Norte. Siendo un hito militar de Belisario la entrada triunfal en Roma tras un largo asedio, en 536. De este modo Justiniano logra recuperar la antigua capital del Imperio romano y sede  del papado. Un hecho cargado de simbolismo.

Sin embargo la clave para la conquista de Italia estaba en el control del norte de Italia, en especial en la ciudad de Ravena, futuro centro de poder bizantino en suelo italiano.  Belisario pudo hacer esto realidad en 540, tras derrotar al rey Vitigies, a quien llevo preso en lo que supuso su segunda entrada triunfal en Constantinopla. A pesar de esta garrafal victoria la hegemonía bizantina en Italia no estaba segura ya que en la segunda guerra gótica (541-542) Ravena y Roma caen de nuevo a manos de los ostrogodos.

las razones se pueden definir en el sentido que las instituciones romanas y una mayor convergencia de los intereses de germanos e Italos-romanos, contribuirían a consolidar el reino Ostrogodo de Italia. Si a Justiniano no le había resuelto demasiado costoso aniquilar a los vándalos del norte de África, la dureza de la guerra gótica (535 - 552) demuestra que el reino Ostrogodo poseía unas bases más firmes, pues incluso los itálicos recelaban del dominio bizantino - no podemos ignorar, no obstante, que en plena lucha con los ostrogodos, el persa Cosroes I rompió en 540 la paz firmada poco antes con el emperador Justiniano, invadiendo la provincia bizantina de Siria, lo que sin duda, contribuyo decisiva-mente a alargar la guerra gótica en Italia, al verse obligado los bizantino a enviar parte de sus tropas que estaban luchado en Europa a Siria      

En la conquista definitiva de Italia, entra en escena el hábil diplomático Narsés, quien logra derrotar al rey Ostrogodo Totila, en la localidad de Umbría (centro de Italia). A Belisario, hombre de gran popularidad, Constantino lo acusa de conspirar contra él  y  de tener pretensiones al trono imperial (que, de hecho, le ofrecieron astutamente los nobles ostrogodos) y al final acabaría siendo juzgado en Constantinopla por corrupción en 562.

Finalmente la campaña de la Restauratio Imperii, llega a su culminación entre el 554 – 555, con la conquista del Reino Visigodo. Las tropas bizantinas al mando del general Liberio logran controlar el sur de España (provincia Bética). Para ese año Italia ya estaba pacificada y el Mediterráneo tras algo de más de un siglo, volvía a ser, el Mare Nostrum de los Romanos.  

Fuente: HERNANDEZ, David: N° 71 (enero, 2010) Revista: Historia, Nacional Geographic. Págs. 66-69
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Actividad:

Tras leer el siguiente texto responde las  preguntas que se presentan a continuación: (las dos primeras preguntas se escriben en sus cuadernos y serán revisadas para la próxima clase, la tercera se escribirá a modo de post en este Blog con fecha limite el jueves 06 de octubre del 2011 a las 24:00)

1) define en tu cuaderno los siguientes términos:  
a) Restauratio Imperii:
b) Herejía Arriana:
c) Hegemonía:


2) ¿Cuáles fueron las razones que movieron al Emperador Justiniano a emprender su campaña de conquista de Occidente? Justifica tu respuesta centrando en los aspectos políticos.


3) ¿qué impacto generó la invasión persa Sasánida del Rey Cosroes I a la guerra que los bizantinos estaban librando en Italia? 



4) ¿qué importancia tubo la participación del general Belisario en la campaña de expansión de Justiniano? Responde tu respuesta en un post no menos de 6 líneas